Hace poco tuve la fortuna de visitar nuevamente Venecia, una ciudad llena de historia, arte y emblemática. Se recorre toda a pie y lo divertido es recorrer esas pequeñas calles y perderse en ella.

Una cosa que me impresiona es que verla en persona es igual o incluso más impresionante que en las fotos que se encuentran en internet. No! las fotos no las retocan, Venecia es así de perfecta. Sin duda es un destino que no puede faltar en tu recorrido por Europa.

Caminando por Venecia es imposible no llegar a la Piazza San Marco, la única plaza de Venecia y uno de los atractivos turísticos más populares de la ciudad, ya que alrededor de esta se encuentra la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal y el Campanario de la basílica, unas de las edificaciones con más historia.

Si damos la vuelta a la plaza nos topamos con una Orquesta en uno de sus laterales y al fondo de esta la fachada del café Florian. El Caffè Florian nació el 29 de diciembre de 1720 cuando su dueño Floriano Francescani abrió sus puertas, dándole el nombre de «Alla Venezia Trionfante», aunque pronto la clientela acabaría rebautizandolo como Florian, en honor a su propietario.

A través de sus vidrieras, el Florian ha visto pasar tres siglos de historia, siendo testigo mudo del esplendor y la caída de la Repubblica Serenissima di Venezia, de las conspiraciones secretas de quienes querían subvertir el dominio francés y luego el austríaco.

El café Florian fue el primer local que permitió la entrada a mujeres en Venecia, permaneció activo incluso en tiempos de guerra, como un lugar de reunión. Se discutieron desde asuntos estatales hasta chismes locales y conversaciones sobre la última moda.

El interior, cuenta con 6 salas, todas ellas decoradas con estilo romántico, fiel a la restauración de 1858 en la que participaron los principales artistas de la ciudad, quienes dibujaron medallones con personalidades y alegorías.

A las afueras del café se encuentra desde principios del siglo XX, una orquesta permanente que aún hoy sigue tocando a diario. A través de un variado programa, la orquesta conserva y difunde un patrimonio musical de gran valor histórico, único en su género, que se caracteriza por el estilo café-concierto centroeuropeo.

Con toda la historia ya contada pasemos al menú de este café, que cuenta con una amplia carta de cafés y tés, pasteles e incluso desayunos y aperitivos. Sin olvidar las bebidas que toman todos los Italianos Spritz y Bellini.

El costo es un poco elevado, un café espresso puede costar 6 EUR, un trozo de pastel 16 EUR y un helado 22 EUR, es importante tener en cuenta que agregan 6 EUR por persona por el servicio de la Orquesta. En total mi esposo y yo gastamos 42 EUR en el Florian y valió totalmente la pena. Pedimos una copa de helado de tres sabores, un trozo de torta de chocolate por capas adornada con un macarro y una jarra de agua que no cobran, todo servido en una bandeja de plata. Escuchamos música en vivo y descansamos los pies para seguir el recorrido.

En foros vi muchas personas quejándose por los 6 EUR extras por la Orquesta, y es que aquí en Italia existe un importe extra en los restaurantes que lo llaman el coperto, que es como un seguro que cobran por si llegas a romper o dañar algo, este importe varía de 1 EUR a 4 EUR (en los lugares a los que he ido). Yo vi el servicio de Orquesta como un coperto, ya que no te cobran el coperto en el Florian. Un importe extra por un servicio que estoy disfrutando. Pagar 6 EUR en el café más antiguo del mundo por escuchar una Orquesta en vivo no me parece algo exagerado.

La experiencia de estar sentado en un lugar así de hermoso, con tanta historia alrededor, ser atendido por camareros impecablemente vestidos, escuchar una orquesta en vivo y recibir tu pedido en una bandeja de plata y vasos de porcelana, vale totalmente la pena. Sin dejar de lado la experiencia en sí de degustar los postres perfectamente ejecutados.

Pienso que si vas a ir a Venecia es un lugar que no puede faltar en la lista y vivir la experiencia completa que esta ciudad ofrece.