Hace unas semanas, antes de continuar mi aventura por Italia e irme a la region de Molise, decidí visitar Milán. Tenía un día para visitar y conocer un poco de esta ciudad Italiana de la que tanto había escuchado. Sería suficiente un día para conocer lo más relevante de Milán? La respuesta a esta pregunta es casi, me dio tiempo suficiente de conocer los lugares más icónicos y turísticos pero no el tiempo suficiente para poder descubrir la personalidad completa de la ciudad. En mi opinión se necesitan 2 días para conocer Milán.
El viaje a Milán empezó en un pequeño comune de Italia llamado Pasturo, para poder llegar a Milán debía tomar un bus de 40 min que me llevaba a la ciudad de Lecco y ya en la ciudad tomar un tren de 45 min aproximadamente que me dejara en la estación central. Como debía tomar diferentes medios de transportes y a parte necesitaba moverme luego en Milán decidí comprar un boleto de un día llamado "io viaggio per Lombardia" que me permitía tomar cualquier transporte público (tres, bus, metro) en toda la región de Lombardia por 24 horas, el coto del boleto fue de 16,5 euros.
Llegué a Stazione di Milano Centrale a las 9 de la mañana, un lugar de mucho movimiento y que me aturdió un poco, para salir de allí debo admitir que solo seguí a las personas frente a mi y solo pensaba como voy hacer para encontrar el tren de regreso a Lecco en este lugar tan concurrido y grande.
Al salir de la estación se encuentra la entrada al metro y el camino a mi primera parada en mi recorrido, el Cementerio Monumental de Milán. Un lugar algo curioso para visitar pero muy recomendado en internet.
Antes de continuar con el relato del cementerio debo acotar lo cómodo y fácil que fue moverme por todo Milán a través de metro. El boleto que había comprado funciono de maravilla y podía entrar, salir y equivocarme de estación en el metro las veces que quisiera. Para llegar a los lugares y saber que parada tomar use Google Map, una verdadera maravilla, a parte la distinción por colores de las diferentes líneas del metro hacen que ubicarse sea mucho mas sencillo. En cuanto a la cantidad de gente y a lo abarrotado de este, me pareció un metro muy tranquilo y limpio pero creo que una de las razones es que estábamos en pandemia.
El enorme Cementerio monumental de Milán es un lugar tranquilo para ir a dar un paseo y deleitarse con las tumbas de alto nivel artístico. Más que un cementerio es un museo de esculturas y templos al aire libre y completamente gratis. Algunas un poco tristes y perturbadoras rodeadas de grande árboles, se encuentran tumbas muy antiguas ya tomadas por la naturaleza dándoles una apariencia de película de terror. El cementerio está perfectamente cuidado y mantenido, estuve al rededor de una hora tomando fotos, caminando y pensando un poco en la vida.
La siguiente parada fue Duomo di Milano (Catedral de Milán), al salir de la estación de metro con un estilo gótico y un mármol blanco muy bien mantenido se alzaba ante mi el Duomo di Milano rodeado por una plaza llena de personas tomando fotos y hablando en diversos idiomas. Un espectáculo muy bonito para apreciar y tomar las respectivas fotos del recuerdo. Debo admitir que tome la decisión de no entrar a la Catedral, ya que había cola y la entrada es paga.
Al lado del Duomo se encuentra la Galleria Vittorio Emanuele II, es un edificio formado por dos arcadas perpendiculares con bóveda de vidrio que se cruzan formando un octágono, por lo menos así lo describen en internet. Este impresionante pasillo lujoso conecta la piazza del Duomo y la piazza della Scala, en su interior encontramos lujosas tiendas de alta costura, joyas, libros, pinturas y restaurantes. Este lugar me impresiono tanto que lo recorrí entre 4 y 5 veces, solo me quedaba mirando el lujo que irradian las tiendas, las personas en los restaurantes y la imponente estructura.
Llego la hora del medio día y debía buscar algo de comer, como los platos de los restaurantes dentro de la galería no se bajaban de 50 euros opté por una comida más simple y sin tanto lujo, pero igual de icónica en la ciudad. Así que con ayuda de google map y quedando muy cerca de la Galería me dirigí a Panzerotti Luini, donde pedí un panzerotto relleno de ricotta y espinaca con un refresco en lata, precio 3.50 euros, el panzerotto es una especie de calzone esponjoso de la region de la Apulia (Puglia), en palabras venezolanas un gran pastel frito pero más esponjoso.
Con la barriga llena emprendí el camino para Castello Sforzesco, para llegar tome el metro que me dejo en una parada muy cercana al Castillo y de una tienda de chocolates que me encanta, los Lindt una marca Suiza, no dude en entrar y en comprarme una bolsa surtida de diferentes sabores de estos deliciosos postres (15 euros). Con mi bolsa de chocolates ya en la mano seguí mi camino al Castillo. Un lindo lugar para pasear y tomar fotos pero lo que más me gusto son los baños públicos que se encontraban en el castillo, donde pude ir al baño y llenar el termo de agua.
El Castillo rodeado de un gran parque le da frescura a la atareada ciudad, un parque donde pude sentarme debajo de un árbol y comer algunos de mis chocolates mientras descansaba del ajetreado pero encantador día. Al recargar energías recorrí el parque y cruce hasta el otro extremo de este, llegando a un arco muy imponente que se veía desde el Castillo. Realmente nunca supe como se llamaba este monumento (Arco della Pace), solo disfrute el paseo y regrese al Castillo para volver a la Galleria y conocer la piazza della Scala y sus alrededores.
Cruce por quinta vez la Galería pero esta vez para explorar los alrededores de la piazza della Scala. Allí me encontré con el teatro alla Scala, por esta razón la plaza tiene ese nombre, el monumento a Leonardo da Vinci, Palazzo della Banca Commerciale, Palazzo Marino y Palazzo Beltrami.
El paseo ya casi llegaba a su fin y ya agotada de tanto caminar debía volver a la estación de Milano central, sin antes probar el helado de Milán.
En Italia la comida me ha perecido rica pero no algo que no puedas conseguir en otro lado, a excepción del Helado, una crema muy suave y llena de sabor que esta fuera de este mundo. Hasta los momentos de Italia me quedo con el Helado. Así que antes de tomar el metro y tren para regresar a Pasturo, fui a una pequeña heladería con una larga cola y al llegar al mostrador pedí chocolate (mi sabor favorito) y caramelo salado con sirope de chocolate oscuro (2.5 euros), el final perfecto para un día de paseo.
Al tomar el metro para ir a la estación de Milano central, el ticket no me estaba siendo reconocido por las maquinas del metro, en ese momento debo admitir que entre un poco en pánico, no quería gastar mas en transporte. Me dirigí a una cabina del metro donde se encontraba un trabajador y le explique y mostré el boleto, la razón era que lo había dañado y las maquinas ya no lo leían. En mi recorrido por Milán el ticket lo guardaba en el bolsillo de mi pantalón y de tanto caminar este se había arrugado y arruinado. Por supuesto aun así seguía teniendo validez, solo que ahora tenía que pasar por donde pasan las bicicletas y mostrar el ticket al muchacho de la cabina para que me diera paso.
Al llegar a la Stazione di Milano Centrale ya no la vi tan aterradora y llena de personas como cuando llegue en la mañana. Entre en la zona donde se encuentran todos los trenes mostrando mi ticket y busque en el gran pizarrón el numero de mi próximo destino Lecco.
El beneficio de los frutos secos tostados es el sabor. Éste se enriquece tras el proceso de tostado porque en él aparecen ciertos componentes aromáticos que potencian esta cualidad. Para hacerlo calienta el horno a 170°C y en una bandeja introduce las almendras por 10min. Pasado el tiempo se sacan del horno y se trasladan rápidamente a una superficie fría.
Conservalas dentro de una lata de aluminio y disfruta de la textura perfecta de las galletas por más días
Al agregar un huevo a la mezcla, rómpelo en un recipiente a parte. Si está en mal estado no se contaminará el resto de la mezcla y será más fácil encontrar las cáscaras si alguna se cae
Para llenar las mangas pasteleras de forma fácil, rápida, limpia y cómoda. Puedes utilizr un vaso alto. Abre la manga en el interior del vaso para que se sujete de pie y vierte dentro la masa o glaseado.
Manifestare carezze ed effusioni verso qualcuno